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Temario 1 6
Aplicación de los fundamentos de la educación en el tiempo libre infantil y juvenil.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Conferencia.3
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Conferencia.4
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Conferencia.5
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Cuestionario.1
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Temario 2 3
Aplicación de procesos educativos y socializadores en la infancia y la juventud.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Cuestionario.1
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Temario 3 6
Elaboración de proyectos en las actividades de tiempo libre infantil y juvenil.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Conferencia.3
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Conferencia.4
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Conferencia.5
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Cuestionario.1
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Temario 4 4
Elaboración de la propuesta de actividades de tiempo libre infantil y juvenil.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Conferencia.3
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Cuestionario.1
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Temario 5 3
Estrategias y métodos de Educación para la salud.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Cuestionario.1
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Temario 6 5
Estrategias y métodos de Educación para la Salud.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Conferencia.3
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Conferencia.4
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Cuestionario.1
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Temario 7 3
Aplicación del desarrollo psicosocial, infantil y juvenil en las propuestas de actividades de Tiempo Libre.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Cuestionario.1
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Temario 8 5
Técnicas de intervención educativa en función de la diversidad individual y grupal.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Conferencia.3
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Conferencia.4
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Cuestionario.1
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Temario 9 3
Técnicas grupales en el desarrollo de actividades de Tiempo Libre infantil y juvenil.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Cuestionario.1
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Temario 10 3
Valoración de los centros de interés o ejes de animación en la aplicación de las técnicas y recursos de animación.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Cuestionario.1
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Temario 11 6
Técnicas de animación, expresión y creatividad.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Conferencia.3
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Conferencia.4
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Cuestionario.1
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Cuestionario.2
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Temario 12 5
Técnicas pedagógicas del juego.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Conferencia.3
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Conferencia.4
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Cuestionario.1
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Temario 13 5
Técnicas de educación ambiental.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Conferencia.3
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Conferencia.4
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Cuestionario.1
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Tema 14 7
Evaluación y prevención de riesgos en actividades medioambientales: Seguridad y salubridad.
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Conferencia.1
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Conferencia.2
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Conferencia.3
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Conferencia.4
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Conferencia.5
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Conferencia.6
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Conferencia.7
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Lección 6. Instituciones educativas.
1.1 Ocio y Tiempo libre
1.2 Instituciones educativas en el tiempo libre
Documentación.
www.editorialccs.com
www.peretarres.org
www.ntic.educacion.es/w3/recursos/secundaria/ocio/cap1/ocio.htm
APROXIMACIÓN ESQUEMÁTICA A UNA PEDAGOGÍA DEL TIEMPO LIBRE
El análisis de los supuestos fundamentales de la pedagogía del tiempo libre, pasa, a juicio de la. autora, por una triple coordenada: el Marco específico en el que nos movemos –tiempo libre-, el hecho de ser un grupo de personas y, en tercer lugar, un planteamiento educativo subyacente. La profundización consiguiente a cada una de esas coordenadas es el objetivo del presente trabajo.
“El ocio no representa solamente la garantía de la lucha del hombre por la posesión total de su tiempo de vida, sino que también representa la liberación de todas las expresiones de los hombres confrontándose y enriqueciéndose mutuamente”. (Pierre Laine)
¿Qué es la educación?, ¿qué es la pedagogía?, ¿qué es el tiempo libre?, ¿qué supone el que yo
tenga un “grupo de chicos”?, ¿servirá para algo lo que estamos haciendo?
Seguro que éstas y algunas preguntas más nos las hemos hecho muchas veces. Esta pequeña reflexión –intento de acercamiento a las anteriores preguntas- se estructura sobre tres afirmaciones, por otro lado, imagino que comunes a casi todos nosotros, y que nos van a servir como marco general de partida:
Somos un grupo de personas con una tarea educativa y en un marco específico: el tiempo libre.
Veamos que suponen estas premisas: emparemos a analizarlas por orden inverso a como las
hemos presentado.
Hacía una definición de Tiempo Libre.
a) Está ahí:
Hablar hoy de tiempo libre es hablar de una realidad familiar. En algunos casos familiar e hiriente pues lleva connotaciones de paro.
Desde hace unas décadas la expresión “civilización del ocio” entra por derecho propio, al menos por su uso cuantitativo, en la cultura occidental. Especialistas, medios de comunicación social y hombre de la calle hablan de él.
Yendo un poco más lejos de la simple constatación de su uso advertimos cómo para algunos
autores:
– “En menos de cincuenta años, el Ocio se ha afirmado no sólo como una atractiva posibilidad, como con un valor”. (Dumazedier)
– “El ocio es un valor de humanidad y pronto no podremos pasarnos sin sus revelaciones”.
(J. Laloup)
Está ahí, pero igualmente es innegable que puede ser definido como una realidad ambigua (1):
– Los términos tiempo libre y ocio son empleados indistinta, análoga o contradictoriamente según
los diversos autores.
– Entre “el ocio es la madre de todos los vicios” (refrán popular) y “el ocio es la madre de la filosofía” (Hobbes) existe una pequeña diferencia.
– Entre “en primer término es un hecho que el ocio forma parte integrante de la civilización técnica, y no sólo cualquier modificación de ésta influye en aquel, sino que el ocio es sí es una creación de la civilización industrial (Dumazedier) y “como hecho o como ideal, el ocio raramente aparece en el mundo industrial” (S. de Grazia) existe algo más que una matización. Ver únicamente alienación en la técnica en una simpleza, pero pensar que entre técnica y ocio se da una relación de causa-efecto, merece cuando menos el mismo calificativo.
– Entre “compre plancha X y tendrá mucho tiempo libre” (anuncio de TV) y “queremos tiempo libre para construir la vida” (JOC), algún mal pensado puede adivinar que no se nos está hablando de lo mismo.
El planteamiento de este artículo no permite seguir ahondando en estas cuestiones, aunque me parece fundamental no perderlas de vista, pues tienen parte de la clave para llegar a definir qué es el Tiempo Libre.
Lo que las líneas anteriores sí nos permiten, es el darnos cuenta de que el simple término no vale como tarjeta de visita indentificadora para saber realmente de que estamos hablando, y no dejarnos dar “gato por liebre”.
b) Tanto la acción como la reflexión teórica suelen moverse en alguna de estas tres coordenadas (2):
1. Un tercer espacio de tiempo.
El tiempo total de nuestra vida lo distribuimos en un tiempo para las obligaciones, en otro para las actividades de subsistencia… y nos quedaría un tiempo marginal al que le damos el calificativo de libre.
Tal como está estructurada nuestra sociedad existe un peligro real y es el de confundir un derecho,
el tiempo libre, con un deber, el de consumir.
La referencia de Totti es una llamada de atención, “el tiempo libre está regulado en base a la
cantidad de tiempo necesario para consumir los productos del tiempo de trabajo”.
2. Un conjunto de actividades.
E tiempo libre es un hueco a rellenar con actividades de todo tipo. Traducido a nuestra realidad
podría quedar así de “mono”: “Nuestros niños no paran, los tenemos siempre entretenidísimos haciendo
cosas”.
Entender el tiempo libre únicamente como un hacer cosas y convertir la educación en el tiempo
libre es una mera “introducción al bricolaje” (3), sería todo uno.
Y por supuesto que no se trata de usar despectivamente el término bricolaje, actividad tan digna
como otras, sino recalcar que la educación en el tiempo libre debe ser otra cosa, no por las actividades
que se hacen, sino por el nivel en que se mueve.
3. El tiempo libre como momento privilegiado para asumir la actitud de ocio.
Algo ha cambiado. Ya no se trata tanto de que haya un momento de tiempo que llamamos libre
de realizar una serie de actividades no posibles en otras circunstancias; se trata de eso pero trascendido,
de lograr una forma de ser del hombre.
La referencia siguiente sintetiza clara y estéticamente esta dimensión del tiempo libre como circunstancia
privilegiada para la conquiste de la actitud de ocio: “una forma de vida que entra en contacto
con las cosas y las personas para que se nos hagan significativas, o simplemente amigas” (4).
¿Puede haber algo más profundo que esa actitud fundamental de la persona que le va a posibilitar
sintonizar con el mundo, gozar con las personas que están alrededor…, en una palabra “llegar a
aprender a no hacer nada para llegar a saber algo del mundo?” (5).
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c) El tiempo libre como afirmación positiva.
De alguna manera ya ha podido quedar más o menos claro qué NO debe ser el tiempo libre:
– Un tiempo vacío.
– Un tiempo para consumir.
– Un tiempo para desahogarnos.
– Un tiempo para olvidarnos de los problemas.
– Un tiempo que no tiene relación con el resto de mi vida.
– Un tiempo deshumanizador.
Valorar el tiempo libre supone el optar claramente por un tipo de hombre y sociedad.
Un hombre, como señala el Proyecto de la Federación de Escuelas:
– Con vocación a ser, más que a pensar.
– Crítico y reflexivo.
– Sujeto de la Historia.
– Solidario.
– …
Un hombre que “desde” el tiempo libre y viviendo las actitudes de ocio va construyéndose y
haciendo realidad que no es el tiempo, sino el hombre quien debe ser libre” (16).
Hemos hablado de las actitudes de ocio, María Luisa Olmos (7) habla del ocio como momento
de personalización y subraya los siguientes aspectos:
– Actitud de responsabilidad e iniciativa.
– Actitud de elección.
– Libertad exterior acompañada de una libertad interior.
– Creatividad personal.
– Mayor desarrollo cultural.
– Sentido de la gratuidad y de la fiesta.
– Nuevo tipo de convivencia y relaciones sociales humanas.
No vamos a profundizar más en este aspecto pues son actitudes suficientemente conocidas y
valoradas por todos.
La tarea educativa.
No es misión fácil definir qué es la educación. Ni tan siquiera lo sería el elegir una de entre los
cientos de definiciones que ya existen.
Sin pretender añadir una más a esta larga lista, me permito situar el proceso educativo de una
manera general que nos posibilite posteriormente ir completándolo y/o añadiendo sonoridad:
Entiendo por educación una relación interpersonal en la que unas personas con menos experiencia
–niños- DESCUBREN junto a otras personas de más experiencia –jóvenes y adultos- que cada
uno tenemos nuestro Proyecto de Vida a realizar, es decir, que mi vida tiene UN SENTIDO (por más
que desde muchos sitios se nos esté negando y que desde otros se nos esté dando “prefabricado”.
Soy consciente de que en esta perspectiva prima una cierta dimensión pero no recoge otros
aspectos sumamente importantes. Por eso, intentando completar esa referencia inicial de partida, me
permito señalar qué NO podemos olvidar:
– Que esta relación educativa se va a dar en una circunstancia geográfica, económica, política,
familiar, social, … muy concreta.
– Que la educación como proceso socializador puede tener dos lecturas: proceso manipulador o
proceso liberador.
– Que si somos conscientes de lo que supone un proceso, debemos posibilitar que el niño de
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pocos años asuma su Proyecto al nivel de ocho años, el de doce a su capacidad de doce y el de
dieciséis a su nivel de dieciséis años.
– Que si la educación es un proceso, debemos respetarlo. Nosotros menos que nadie deberíamos
caer en la tentación de ser “gente de prisas”.
Habría que seguir diciendo que es necesaria una educación:
– Que sea reflexiva.
– Que sea permisiva de actividad y espontaneidad.
– Que tenga en cuenta la creatividad del niño y la fomente por todos los medios.
– Que tenga en cuenta las diferencias individuales para que se desarrollen en la posibilidad de
opciones de trabajo, contenidos, gustos, etc. (8).
Una educación libre de:
– Utilitarismo.
– Dirigismo.
– Activismo.
– Consumismo.
Una educación que sea activa, experiencial, integral, liberadora, que respete la individualidad y
al mismo tiempo sea comunitaria. Una educación, en definidita, que permita hacer realidad el que
“Educar hoy es transformar el mundo”.
El grupo.
¿Invento o necesidad?, ¿obligación o deseo?, ¿…?.
No es fácil, en la mayoría de las ocasiones, responder de forma tajante y concluyente a estas
interrogantes.
La experiencia “de nuestro grupo” puede atarnos en demasía. Los pequeños o grandes fracasos,
las desilusiones personales, los altibajos, el estancamiento,… e incluso la misma marcha “a todo gas”
hacen que a veces olvidemos la naturaleza, el autentico sentido del Grupo y que nos quedemos
únicamente en al mera anécdota.
¿De qué se trata? Espero que las líneas anteriores no nos hayan despistado. Las dos siguientes
afirmaciones nos pueden ayudar:
– Yo, persona aislada, entablo una relación con un grupo de chicos
– Yo persona perteneciente a un grupo con un mismo proyecto educativo, entablo una relación
con un grupo de chicos.
¿Dónde está la diferencia?.
La respuesta podría venir dada desde distintas razones:
– El refranero: ven más cuatro ojos que dos
– El sentido común: dónde uno no llega, pueden llegar otros.
– La vital: hay una razón de vida, de sentir que yo “no les hablo” a los chicos, que cuando verbalizo
el que tienen que compartir, que trabajar en equipo… soy coherente porque puedo presentarles
“la referencia” desde donde les hablo. Otra cosa es que a ellos les valga o no, la acepten
o la rechacen, pero lo que no nos podrán decir es que educamos “de oído”.
Alvaro Gineal es capaz de decirlo así:
Un animador no es alguien que no tiene patria ni amigos.
Un animador es alguien que tiene unas raíces, que vive con alguien y que se llena de savia en
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alguna parte.
Un animador no es una caja de secretos.
Un animador sabe que un día las preguntas llegarán y habrá que decir dónde se alimenta, dónde
bebe las aguas que le dan vida y frescura.
Un animador tiene un lugar de referencia.
Malo si un animador no puede decir a su grupo “venid y ved dónde habito”.
Si un día no podemos llevar a los demás allí donde habitamos, allí donde recibimos calor y fuerza,
quizá es que no tenemos ni lugar propio, ni tierra firme ni compañeros de camino con los que compartir.
Entonces, en el desierto, la sequía nos dejará sin fuerzas.”
Yo creo que el que quiera educar tiene necesariamente que conjugar tres verbos:
– Exigir, porque la educación supone exigencia y esfuerzo.
– Ayudar, porque el niño lo necesita.
– Animar, para que el niño SEA.
Y puedo decir que “mis amigos” me ayudan a ello.
Cuando en el título puse la palabra esquemática, lo hice con toda intención: por todas las cosas
que faltan, supongo que ya os habréis dado cuenta.
OCIO Y TIEMPO LIBRE
El tiempo libre es condición necesaria para que exista el ocio, pero no es suficiente. Al Tiempo
Libre hemos de añadirle las tres condiciones de Autonomía, Placer y Formación.
11
El estudio sociológico del Tiempo Libre se inició con el desarrollo de la Revolución Industrial. Por
esa razón el ocio para el ser humano estaba determinado por la cultura de cada sociedad.
CONSIDERACIONES SOBRE EL TIEMPO LIBRE Y LOS NIÑOS
En España, la distribución horaria de los niños que van a la escuela e incluso a la escuela infantil se
reparte aproximadamente de la siguiente forma:
– 25 % tiempo dedicado a la actividad escolar
– 52 % tiempo para actividades biológicas y sociales
– 23 % tiempo libre
Así, los niños disponen de una cuarta parte de su tiempo para dedicarla a la actividad de ocio.
En la Etapa infantil son los padres los que deben organizar el tiempo libre de sus hijos de una forma
razonable. Dado que sobre todo en las grandes ciudades es frecuente que las familias, ya sea por
necesidad o por la creencia de que el niño estará mejor educado, le obligan a realizar un gran número
de actividades extraescolares, incluso sin tener en cuenta sus necesidades y preferencias.
OCIO Y EDUCACIÓN
La pedagogía del ocio y del tiempo libre estudia la dimensión educativa del ocio y el tipo de actuaciones
que se realizan en ese tiempo. Esta disciplina sólo ha podido surgir cuando las condiciones sociales
han sido propicias. Para ello han tenido que confluir diversos factores sociológicos y pedagógicos.
Factores sociológicos;
– Disponibilidad de tiempo. Los sujetos (tanto niños como jóvenes o adultos) en la sociedad
actual, de forma bastante generalizada, disponen de tiempo libre para poder dedicarse a otras
ocupaciones que no son las estrictamente necesarias para su subsistencia.
– La disminución de espacios naturales de juego espontáneo. Al descender el número de
espacios espontáneos al aire libre adecuados para la actividad lúdica, se ha generado la creación
de lugares sustitutórios, los cuales están dotados de una funcionalidad pedagógica más o menos
explícita.
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Características comparadoras de la sociedad industrial y la sociedad del ocio
CARACTERÍSTICAS DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL CARACTERÍSTICAS DE LA SOCIEDAD DEL OCIO
– Existencia de una ética productiva
– La evolución del sector servicios se apoya en el
sector industrial.
– El modelo de consumo está relacionado con el
sistema productivo.
– La posición social se define por la situación en
el sistema productivo.
– El hogar es un espacio privado, reservado para
la familia y las relaciones de amistad.
– Homogeneidad en los estilos de vida.
– Desarrollo desigual en la sociedad de las
tecnologías de la información y comunicación.
– Hegemonía de la fábrica.
– Segmentación entre trabajo y vida cotidiana.
– Importancia social del HOMO FABER.
– Existencia de una ética del ocio
– Importancia económica-social de los servicios del
ocio.
– EL consumo se autonomiza del sistema productivo
– La nueva jerarquía social y los nuevos hábitos
culturales se definirán por la práctica.
– Transformación del hogar por la utilización de la
telemática para actividades relacionadas con el
ocio y las relaciones sociales.
– Diversidad social en los estilos de vida.
– Desarrollo generalizado en la sociedad de las
tecnologías de la información y comunicación.
– Desarrollo de las industrias culturales.
– Importancia económica de las actividades situadas
entre el trabajo y el ocio.
– Importancia social del HOMO LUDENS.
El tráfico está entre los mayores problemas de las grandes ciudades, éste es sin duda la causa más
importante de la reducción del juego en la calle. Los coches se han ido apropiando de los espacios
que normalmente utilizaban los niños para sus juegos. Es por tanto en las ciudades donde se ha
hecho más patente la necesidad de intervenir educativamente sobre el tiempo libre infantil.
La solicitud por parte de padres y educadores de juegos espacios apropiados para el juego infantil
surge cuando se constatar que el juego de los niños en la calle comporta un alto riesgo para su
salud por ser ésta un espacio peligroso e inadecuado. A partir de este momento empiezan a surgir,
parques infantiles cubiertos, ludotecas, clubes infantiles y multitud de ofertas para realizar actividades
extraescolares dones los niños pueden jugar y relacionarse, libres de los peligros mencionados
anteriormente.
También la escasez de metros en la vivienda familiar en las grandes concentraciones urbanas, es
otra de las limitaciones a la hora de conjugar tiempo libre y actividad lúdica, ya que un piso de reducidas
dimensiones no es, la mayoría e las veces, el lugar más apropiado para realizar un número
considerable de juegos infantiles.
– La modificación de la estructura familiar tradicional. Hace unos años dentro del seno de la
familia se realizaban un gran número de actividades de tiempo libre. En la actualidad, debido a la
incorporación de la mujer al mundo laboral, hay una disminución de las relaciones de la familia
nuclear y otros miembros de la familia extensa (tíos, primos o abuelos), la familia ha pasado a un
segundo término como institución precursora del ocio infantil y juvenil. Por todo ello, en los últimos
años han ido apareciendo una serie de instituciones pedagógicas que sustituyen parcialmente a la
familia en esa tarea.
Factores pedagógicos.
– Ampliación del concepto de educación. En la actualidad, se piensa que el precoeso educativo
no se acaba con la escolarización obligatoria, sino que este proceso dura toda la vida del individuo.
Este cambio de visión ha comportado el surgimiento de instituciones y programas dedicados a
ofertar actividades educativas para realizarlas durante el tiempo de ocio de que se dispone
– El reconocimiento de que el juego es una actividad insustituible para el correcto desarrollo
del ser humano
– La pedagogía del ocio surge para ofrecer alternativas educativas a actividades que generan comportamientos
y estilos de vida poco saludables como al sentarse delante de la televisión durante
horas, la utilización excesiva de los videojuegos, etc.
En la actualidad, se piensa que este tiempo de ocio tiene un espacio dentro del universo educativo
y es dentro de ese universo educativo donde tiene cabida la educación en el tiempo libre. Es decir,
no solamente son agentes educativos las instituciones clásicas, como la escuela o la familia, sino
que se puede educar a partir de otras muchas instituciones, medios y ámbitos. Así, la educación
en el tiempo libre pretende que el individuo reciba una educación integral utilizando para ello su
tiempo ocioso.
La realidad es que las instituciones que se ocupan de ofrecer alternativas para llenar el tiempo libre
infantil y juvenil son un espacio privilegiado para transmitir unas normas y actitudes positivas. Estas
actuaciones afectan a la persona, tanto como ente social, ayuda a interaccionar y compartir con los
demás, a conocer y a querer a su país y a sus gentes, etc.
El modelo educativo en la educación no formal.
Este modelo educativo va a permitir a los educadores planificar y desarrollar programas de ocio
desde una perspectiva lúdica. Para ello, deberán ahondar en el proceso y la metodología que seguir
utilizando métodos de la educación no formal, de esta manera se podrán diseñar estrategias y proyectos,
y orientar su puesta en práctica.
13
Principios metodológicos.
Cuando se habla de plantear alternativas para trabajar en la educación no formal, se está haciendo
referencia a una forma concreta de hacer y de ocupar el tiempo libre de los niños, ofreciéndoles actividades
donde la parte lúdica esté cuanto menos implícita en la actividad que se les propone.
A continuación se plantean una serie de principios que debe contemplar la educación en el tiempo libre:
– Planteamiento participativo. Este enfoque pretende que el planteamiento de las actividades sea
participativo y dialogante en todo momento y que el niño haga suya la actividad aceptándola libremente
sin sentir que lo están forzando a realizarla.
– Debe estar abierta a todos. La educación en el tiempo libre debe ser accesible a todos los integrantes
de la sociedad y para que esto suceda se debe tender a compensar las desigualdades con
relación al acceso y al desarrollo de los recursos y de las actividades propiamente dichas.
Este punto plantea un desafío a los programas de educación en el tiempo libre, los cuales deben
tener en cuenta a los sectores de población más deprimidos, por tener menos medios para gozar de
una buena planificación en su tiempo libre, o las personas con alguna disminución.
– Sectorización de los servicios. Este tipo de educación se debe realizar donde vive la gente, en cada
barrio de la ciudad y en cada pueblo, procurando ofertar proyectos que cubran las necesidades de
los diferentes colectivos que los forman.
– Debe fomentar tanto el ocio individual como el grupal. La intervención debe potenciar dos formas
de ocio aparentemente opuestas:
La individual, mediante las lecturas, momentos de meditación, etc., para evitar el activismo frenético
y donde haya un tiempo para no hacer nada.
La compartida, con juegos colectivos, cooperativos, conversaciones, etc., donde se favorece la comunicación
y la relación entre iguales.
– Las actividades deben producir placer. Las actividades han de tener un carácter intencional y lúdico,
es decir, han de producir placer por el mero hecho de realizarlas. En definitiva: los niños deben
disfrutar con la actividad. Las actividades propuestas en los proyectos deben cumplir las tres tareas
relacionadas en este modelo: aprendizaje, esparcimiento y creación.
– Respetar al sujeto en la libre decisión de realizar una actividad. Los niños deben sentirse obligados
a realizar las actividades propuestas por el educador, o las que han surgido del grupo donde está
integrado. No obstante se ha de buscar su implicación.
– Conocer los intereses y las necesidades de los sujetos. Los educandos deben conocer los intereses
y las necesidades de los niños, pues de esa forma pueden planificar su intervención adaptándola
a sus requerimientos. Esto lleva a pugnar una metodología flexible capaz de poderse adaptar
a cada situación nueva.
– La educación en el tiempo libre ha de fomentar la creatividad. Los proyectos deben estar pensados
para ayudar a fomentar la capacidad de crear, no de consumir, proporcionando por una parte
fuentes y recursos suficientes para que las actividades de los niños, sin olvidar que la redundancia
es algo que también les complace. Es decir, por un lado las actividades deben plantear novedades
pero a la vez deben tener la capacidad de poder volverse a repetir.
En los entornos no formales es más adecuado ofrecer ideas basadas en los objetivos que se han
pensado desarrollar, pero que sea los propios integrantes del grupo los que acaben de de perfilar
la actividad. Es decir, las actividades propuestas no deben ser algo preparado y listo para consumir,
sino que deben estar pensadas para fomentar la participación y la cooperación
– Propuesta de un horario flexible. El horario debe elaborarse para que tenga la suficiente flexibilidad
y conseguir de esa forma que el niño se encuentre en un ámbito relajado y de libertad.
– No evaluar con criterios puramente utilitaristas. La evaluación debe centrarse en el proceso y en
el grado de satisfacción que genera la actividad, más que en los resultados obtenidos.